Don Juan Carlos León: Un patrimonio vivo de la historia industrial de Tierras Blancas

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Las fuentes para escribir la historia de una comunidad no solo provienen de los monumentos y antiguos documentos, sino que también de las personas que aún son testimonio vivo de ese pasado. En Tierras Blancas estuvo una de las mayores fábricas chilenas de neumáticos, cuyos orígenes se remontan a fines de la década de 1960.

Para relatar una parte de esta rica historia industrial, esta vez contamos con la ayuda de Don Fernando Torres Adonis, quien nos entregó antecedentes de la vida laboral de Don Juan Carlos León Acosta, ex operador del “Banbury”, una máquina de suma importancia en la elaboración de los neumáticos. El Banbury es un mezclador de compuestos que cohesionaba mediante presión y altas temperaturas, ingredientes tales como gomas, plásticos pesados y varios químicos que le dan el color negro y la elasticidad tan características de un neumático.

La operación de mezclado se hacía por lotes. El Banbury tenía una cámara de mezclado con rotores (motores eléctricos) en su interior, para “romper” los fardos de caucho, mezclándolos con ingredientes de relleno y otros químicos. El orden en el cual se agregaban los ingredientes era crítico, así como la temperatura de mezclado, que podía elevarse hasta los 160º a 170º. Una vez que la mezcla finalizaba, se enviaba para su transformación láminas continuas llamadas “películas”, las que se transferían a otras áreas para la preparación del conjunto de alambres del revestimiento interior (cordones de acero y/o cinturones de tela/capas).

Don Juan Carlos preparaba la mezcla de componentes con variados orígenes: caucho natural y sintético de Brasil, negro de humo de Malasia (pigmento compuesto de carbono), azufre de Argentina, óxido de zinc de Estados Unidos, más otros ingredientes como aceites y acelerantes. Todos se mezclaban en la máquina Banbury marca Craftsman, hecha en Estados Unidos.

Juan Carlos estuvo 29 años manipulando hábilmente esta compleja máquina industrial, casi desde los inicios de la construcción de la planta, desempeñándose en el departamento del “Área A”. En los años setenta, él y sus compañeros trabajaban en tres turnos (A, B, C) de 8 horas cada uno divididos en día, tarde y noche.

16 años después del cierre de la fábrica de neumáticos, Juan Carlos es hoy un orgulloso vecino de Tierras Blancas, un auténtico patrimonio vivo de la era industrial que vivió el sector y a quien agradecemos la gentileza de haber compartido una parte de su memoria.

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