Le presentamos la columna del Dr. en Ingeniería, Federico Carozzi
En la práctica, como es el caso de las empresas del Barrio Industrial de Coquimbo, si se entiende como emprendimiento la transformación de una idea, una apreciación o una visión, en un propósito y se comienza a plasmar, a partir de ese propósito una realidad, quien lleva a cabo esta acción es un empresario emprendedor.
Todo empresario al momento de comenzar a emprender al interior de una empresa, origina el nacimiento de la conjunción “Emprendimiento – Innovación“, que es la llave maestra del progreso y del crecimiento de toda empresa, cómo también de su desarrollo tecnológico o “ saber hacer “. La innovación, en una empresa, no sólo se refiere a la intervención de sistemas o procesos y productos o servicios, con fines de mejoramiento, sino que también se refiere a la adaptación de métodos en general y a cambios en las prácticas internas de la empresa, incluyendo al propio empresario.
Al innovar al interior de una empresa , de acuerdo a mi propia experiencia, siempre es conveniente considerar lo siguiente:
- Estar convencido de lo que se quiere lograr o buscar y si esto es mejor que lo que se logra y se tiene, sin la innovación.
- Que la innovación, para la empresa, es factor de fortalezas y oportunidades y que no ocasionará amenazas, perdidas u otras debilidades.
- Qué las inversiones a realizar y otros recursos a emplear, no signifiquen un riesgo sin solución. Al respecto, si es posible, tratar que no exista riesgo alguno.
- Siempre considerar el impacto de la innovación en las personas al interior y fuera de la empresa u organizaciones relacionadas con la empresa.
Por otra parte, el empresario emprendedor tiene que saber y sentir que el emprendimiento y la innovación son el camino más seguro para crecer económicamente y que todo emprendimiento exige un constante esfuerzo en el trabajo cotidiano en el tiempo. Además debe considerar que una herramienta fundamental para el éxito de los emprendimientos es la actitud y el trabajo de sus colaboradores (sus subalternos). De ahí, que el empresario emprendedor es o tiene que ser un líder innovador, un líder tecnológico, es decir un líder en “saber hacer“, “saber ser“ y “saber estar“. Al respecto cabe hacer notar que, en mi opinión, un líder innovador no nace, “se hace “.
Un líder innovador, generalmente es un empresario exitoso, porque con el tiempo, afrontando adversidades y obteniendo resultados adquiere seguridad, iniciativa, creatividad, sentido de orden, de organización y sabe que para toda idea que se transforma en un proyecto tiene que existir un plan, se debe diseñar una organización y para hacerlo realidad hay que dirigir, coordinar y controlar.
Resultados de la conjunción “Emprendimiento — Innovación“
Con relación al emprender y al innovar, generalmente, en la mayoría de las empresas, pequeñas y medianas, como son las del Barrio Industrial de Coquimbo, los resultados concretos de la conjunción “Emprendimiento — Innovación“, cuando todo se ha realizado bien, son los siguientes: aumento de la productividad, disminución de los costos y aumento de la satisfacción de clientes. Lo anterior, lógicamente, permite a las empresas implementar estrategias de posicionamiento en el mercado, aplicar políticas de comercialización o realizar otros negocios.