La verdad sea dicha es más simple de lo que parece. La nutrición preparada con alimentos saludables, que contengas las vitaminas y minerales, micronutrientes y los macronutrientes necesarios y lo más importante en las proporciones adecuadas, dedicarle tiempo al cuerpo para el ejercicio, habrá encontrado la clave para sentirse bien lleno de energía y prolongar la juventud.
Un plato gastronómicamente perfecto y delicioso puede ser un desastre para la salud y son gran parte responsable de las enfermedades que aquejan en nuestra sociedad. La diabetes presente cada vez en personas más jóvenes, las enfermedades origen coronario, la enfermedad gastro intestinales, las dificultades hepáticas, etc. tienen su génesis en la manera que nos alimentos. La mayoría de las veces no tomamos conciencia que prácticamente todas las enfermedades tienen su origen en la alimentación y se potencia con una predisposición genética que traemos dada nuestra herencia familiar.
Uno de los grandes errores de nuestra manera de alimentarnos que hemos heredado de nuestros padre y generaciones anteriores radica en que en nuestra dieta existe exceso de azucares y proteínas sumado a la mala combinación de ellos produciendo así un exceso de fermentación en nuestra digestión contaminando así nuestro cuerpo día tras día. Nuestro cuerpo está sometido a una lucha continuante luchando para sostener la salud.
Por otra parte, nuestro cuerpo al ser esencialmente líquido tiene una acidez corporal que debe ser correcta para sostener la salud. Esta contante de salud debe mantenerse en equilibrio para que todo nuestro sistema se mantenga saludable y esta es alterada en menor o mayor medida por la menara de alimentarnos que tenemos y que con el paso de los años se manifiestan la típica enfermedad que vemos en nuestra sociedad. Los alimentos alteran la acidez corporal para bien o para mal por lo que es fundamental la correcta combinación de ellos para mantener saludable nuestro cuerpo.
Como principio básico nuestra alimentación debe consistir en mantener una acidez (PH) neutro en nuestro organismo mediante una dieta que contenga las proporciones adecuadas de alimentos alcalinizantes versus los acidificantes. Debemos incorporar alimentos ricos en minerales los cuales son importantes para neutralizar los ácidos que se producen al ingerir alimentos acidificantes. Una dieta rica en agua, verduras y frutas conseguiros un equilibrio acido/alcalino. Por lo que es necesario conocer los alientos alcalinizantes versus los acidificantes. La proporción sería 50% de alimentos alcalinizantes versus 50 acidificantes. Comenzado por este principio nuestra salud mejorará sustancialmente.
El otro principio que meceré atención es la correcta combinación de los alimentos. No es recomendable comer frutas junto con otros alimentos ya que se produce exceso de fermentación en nuestra digestión produciendo problemas de digestión y enfermedades hepáticas por el exceso de alcohol conocida como Esteatosis hepática no alcohólica o comúnmente llamado hígado graso. La recomendación es 50% de grupo alcalino 30% del grupo energético y 20% del grupo del llamado proteico.
Aplicando estos principios nuestro cuerpo lo agradecerá.
