Editorial 9na Edición

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Encontrarse a miles de kilómetros de distancia cuando comienza la crisis en nuestro País, sinceramente de todo corazón no se lo doy a nadie… Nos encontrábamos representantes de distintos sectores como el industrial, construcción, turismo, educación en una misión público privada y comercial en Asia , con el objetivo de potenciar el intercambio comercial entre la IV región y algunos sectores de China, promover el desarrollo de negocios en virtud de la oferta de valor de nuestra región y buscar nuevas oportunidades de negocios para nuestras Pymes. Teníamos una diferencia de 11 horas y de repente empezamos a ver lo que estaba sucediendo en Chile cuando nos enviaban videos, fotos, noticias etc. No lo podíamos creer, no nos explicábamos los niveles de destrucción , odio, intolerancia, oportunismo político, vandalismo, crueldad y falta de liderazgo a los que se estaba llegando y fue desconcertante. Lo primero que impero en el grupo que íbamos fue miedo por nuestras familias, preocupación por nuestros trabajadores y empresas e incertidumbre debido a que no se podía distinguir una pronta solución….. y así ha sido. Créanme que salir de un País y volver a uno completamente distinto es algo inexplicable, caminar por las calles viendo la destrucción sin razón de la infraestructura pública (que es de beneficio de todos) y la destrucción de propiedad privada genera la sensación de que la vida cambio , pero de la peor manera ….. con la violencia y el miedo. Para ser sinceros, entre el grupo que estábamos en Asia existió un consenso de que se debían hacer los cambios que la ciudadanía estaba pidiendo y la gran pregunta era “ como lo hacemos”. En un momento vimos que se planteaban por parte del gobierno algunas propuesta acogiendo las demandas ciudadanas y luego…medidas de urgencia para ralentizar la agonía de las pequeñas empresas, producto de la destrucción, miedo e inseguridad reinante; repito, medidas para alargar la agonía (algunas facilidades tributarias, créditos menores por parte del banco Estado, implementación de la ley del pago a 30 días, programa elijo Pyme…). Esta crisis , que está claro se fue de las manos y se salió absolutamente de foco, ha generado la perdida de más de 100.000 empleos , el cierre de muchas Pymes, un menor crecimiento económico, una baja sustancial de la productividad , incertidumbre en los planes de desarrollo de las empresas, peor calidad de vida de los trabajadores etc. La confianza se perdió debido a la inseguridad y va a costar tiempo en recuperarla, las Pymes vamos a tener que reinventarnos y disminuir considerablemente nuestras expectativas lo que lamentablemente se verá reflejado en menos ingresos y en menos contratación de personal…pero al parecer eso no lo han considerado porque cuando más se necesita trabajar para sacar adelante la economía se propone reducir la jornada laboral y aumentar los impuestos. Estamos claros que hay que hacer camibos y la pregunta es ; ¿a que costo? , ¿Cómo nos ayudan a producir más para así tributar más si lo que reina hoy es la inseguridad y la incertidumbre?, ¿Por qué desde un sector político demonizan la palabra “empresarios” si son las empresas las que van a pagar los cambios que pide la ciudadanía?, ¿sabrán que los primeros que sufren con un ligero vaivén de la economía son las Pymes?, ¿el ciudadano común sabrá lo que significa sacar adelante un emprendimiento y lo que cuesta que sea exitoso?. Sin duda hay muchas preguntas más que hacer pero está claro que hemos perdido absolutamente el foco, por eso es que hay una pregunta que no me puedo sacar de mi cabeza…..¿podremos poner un artículo en la nueva Constitución de la República en la que se garantice en su capítulo III el derecho a impulsar, desarrollar, proteger y apoyar a una Pyme como derecho fundamental ?. Como están las ocsas en Chile, en pedir no hay engaño…

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