EMPRESAS FAMILIARES Y SU DIFÍCIL PROCESO

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A cargo del profesional MBA Javier Godoy.

Como definición; “Las empresas familiares son organizaciones comerciales formadas por los miembros de una o más familias, y la toma de decisiones está influenciada por los miembros de una familia y sus propios intereses”, Quizás puede ser muy fuerte esta definición, pero las decisiones si llevan intereses incorporados, sin embargo, dependiendo de la importancia de esta se conversan entre los cargos que ejercen el poder de decisión.

Una empresa familiar, puede ser una excelente idea de emprendimiento que reúne a la familia en un objetivo en común. Desde cierto punto resulta ejemplar y hasta lindo ver a la familia como un solo equipo trabajando, pero al cabo del tiempo, las motivaciones se van acabando y los intereses van creciendo. En el ámbito económico, en una primera etapa es motivante trabajar para uno mismo haciendo una actividad que genera dinero, poco, pero dinero al fin. En una segunda etapa baja la motivación de trabajar solo por mantener algo propio, y ahí comienzan los primeros problemas que tiene relación con la elección del negocio, “yo te dije que era otra cosa lo que debíamos hacer, etc” En una tercera etapa y suponiendo que la empresa comienza a generar utilidades, el problema es que la empresa aun está en proceso de crecimiento y maduración, por lo que las utilidades no son suficientes, y ahí se ve reflejado el problema de los intereses, ya que los miembros tienen diferentes situaciones económicas, pero diferentes responsabilidades entro de la familia por lo que para algunos puede que sea suficientes y para otros no.

A todo esto, se suman los problemas de unidad de mando que muchas veces se tiende a confundir en una estructura empresarial que es diferente a la familiar. Si el papá bueno en la cocina y tuvo la idea de este emprendimiento será el Chef del restaurant y el hijo mayor es Ingeniero Comercial, por definición será el encargado del local. ¿Quién tiene la última palabra en este negocio?

No es fácil la creación de una empresa familiar, menos cuando esta se va a la quiebra, porque ahí comienzan las culpas que terminan hasta por desintegrar familias. No quisiera a nadie desmotivar con esta columna, pero quise solamente colocar la pelota en el piso y señalar que no es frecuente el éxito de una Pyme familiar. Sin embargo, a las personas con ideas, coraje y motivaciones los invito al desafío de ser su propio Jefe, con todas las limitaciones y flexibilidades de una empresa familiar, porque el que logra este desafío de lograr una buena estructura, estará logrando la materialización de su idea y por ende la realización personal que es lo más parecido a la felicidad, empresarialmente hablando.

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